Segmento I,II,III,IV,V. Oleo sobre lienzo. 200 x 70 cm. (c/u)
Oscar Villalón
“El fenómeno de las migraciones nos ha acompañado desde los albores de nuestra civilización y además es una característica en otras especies en donde el factor común es encontrar mejores condiciones de vida.
Cuando en 1989 vivimos la caída del muro de Berlín realmente se sintió como un símbolo esperanzador, la guerra fría terminaba e ingenuamente creímos que sería un avance en el desarrollo de nuestra especie en el plano de la convivencia,... pero nos equivocamos.
Frente al panorama mundial actual donde el valor de la vida se desvanece, con genocidios periódicos, refugiados que huyen de la miseria donde la palabra hermandad aparece vacía de significado, y como paradoja, hoy existen en el mundo más muros en construcción que en 1989, cada vez más naturalizados en nuestras vidas que indiferentes o cómplices observamos cómo el otro, el diferente, queda fuera.
Este trabajo nos interpela como personas, nos llama a preguntarnos acerca de nuestros propios muros.
Por eso el arte, fundamental en todas sus manifestaciones expresa con fuerza la destrucción de los muros, los de ayer, los de hoy, los de siempre reconvertido en una esperanza”.
Alejandro DeCinti
MIGRACIONES, se origina del ciclo de pinturas “Nave de necios” que comenzó a desarrollar hace cinco años abordando el concepto de la “navegación como el viaje feliz o el naufragio” una metáfora de la vida personal, histórica y espiritual humanas. La vida semejante a un mar con un vasto horizonte, bello y abismal, maravilloso, mortal, de viajes tranquilos o imposibles con destinos inciertos. Cuando Sebastián Brandt publicó su sátira moral renacentista “La nave de los necios” (1494), que a su vez inspiraría el “Elogio de la locura” de Erasmo (1511), realizó una aguda crítica a la condición humana utilizando la potente imagen metafórica de la navegación que, por entonces, descubriría por primera vez la completa forma del mundo.
Arrojado a la existencia cada ser humano realiza su personal y colectivo viaje en busca de la satisfacción de sus necesidades entre las que se pueden encontrar aspectos tan diversos como la subsistencia, seguridad, fama, lucro, conocimiento o espiritualidad..
Desde una mirada reflexiva del ser individual y a la luz de grandes sistemas filosóficos o religiosos.las vicisitudes humanas en su conjunto aparecen revestidas de una trágica contradicción fundamental trasunto de la condición profundamente humana.
Heder Contreras
La Declaración Universal de Derechos Humanos establece que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”; y que: “1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. 2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”.
La migración como un derecho humano muchas veces violado por países, instituciones e incluso por personas, encierra una serie de vicisitudes que sufre el migrante para bien o para mal, en mi caso quiero referirme a la migración desde el punto de vista de los que se quedan. Familias enteras durante el transcurso de la historia se han visto afectadas por la migración, ya sea por ir en busca de una mejor vida… Muchos otros por el exilio o la falta de oportunidades en su país natal dejando atrás esposa, hijos, padres y amigos muchas veces sin regreso. Dejando a los que se quedan en un estado de vulnerabilidad, en esta serie de obras trato de representar el despojo, la tristeza, la soledad de estas personas dando especial importancia al papel de la mujer que muchas veces es la que se queda al frente de la familia.
Emmanuel Sierra
El transitar por el mundo, por los lugares y paisajes, forma parte de la dimensión espacial del acto físico del migrar. Psicológicamente el migrante se enfrenta a un proceso de choque, donde la realidad se confronta con su espacio emocional interior que referencia un hogar de dimensiones acotadas, a escala humana. La patria, lugares del añorado pasado que fluye desde el infinito y desdibujado nacimiento, la completitud infinita del amor, espacios cargados de significaciones personales, la insignificancia del ser físico del hombre se confronta con las inconmensurables dimensiones del mundo. El paisaje y su precario modo de estar en él se convierte en un marco fundamental de este drama humano.
Esta serie se enfoca en los diversos contextos naturales donde las dimensiones y las fuerzas naturales dominan, colocando al ser en su lugar, permitiendo al espectador situarse y redimensionar el drama. muchas veces la escena puede ser trágica pero sin duda existen momentos sutiles y sublimes donde entra el asombro y la maravilla ante el enigma del sentido del mundo y su formidable belleza.